Si te gustan las fresas, esta es una receta que no puedes dejar pasar, para una ocasión especial porque a todos les gustará o bien para hacerla cuando te apetezca.
Sus ingredientes son pocos y ninguno contiene gluten. No necesita cocción, sino solo un tiempo de refrigeración y de remojo la noche anterior, y la tendrás lista y perfecta para disfrutarla con los 5 sentidos!
**Yo la hice con cantidades para unas 3 raciones, pero estas cantidades son para unas 8, por lo que deberás ajustar el tamaño del molde para uno más grande que el que se ve en las fotos.
Ingredientes:
- 15 fresas lavadas y sin el tallo verde. (más 1 o 2 para decorar)
- 1 taza de avellanas tostadas
- 1 taza de anacardos
- 6 dátiles Medjoul o 10 normales
- 1/2 T. de sirope de agave
- 2 Tazas de anacardos crudos sin sal ni aceite.
- 1/2 T. de aceite de coco líquido.
Preparación:
La noche anterior, deja los anacardos en remojo en agua de calidad que los cubra del todo. Reserva hasta antes de emplearlos en la receta.
Para la base: trituramos las avellanas con los dátiles. Después añadimos 2 c.s. de sirope de agave y mezclamos bien todo hasta formar una masa espesa y blanda.
Engrasamos un molde desmontable y extendemos la masa también un poco por los lados. Reservamos en la nevera mientras preparamos la crema de fresas.
En el procesador o batidora ponemos las fresas (guarda algunas para la deco), el resto del sirope de agave, el aceite de coco y los anacardos escurridos y lavados. Trituramos lo suficiente hasta obtener una crema fina. La vertemos encima de la base de manera uniforme y alisando con una espátula o cuchara.
Dejamos en el congelador hasta que endurezca la crema. Antes de servir, sácala unos 10 minutos antes y decórala con fresas, menta o frutos rojos.
La que te sobre, consérvala en la nevera.
Si haz hecho esta receta y te ha gustado, compártela en las redes con el hashtag «fitoneat» para saber de ti!