Tampoco lleva huevo o miel, por lo que es un bizcocho totalmente vegano y respetuoso con la vida de los animales y con nuestro planeta. ¿Se le puede pedir algo más? yo creo sinceramente que no, porque además, está realmente deliciosooo!!
¡Vamos con la receta!
Ingredientes:
- 70 gr. de avellanas tostadas
- 200 gr. de boniato asado o cocido sin piel (yo he usado asado)
- 80 gr. de harina integral de avena
- 170 gr. de harina integral de espelta
- 1 sobre de levadura química de repostería
- 1 yogur natural de soja sin azúcares (125 ml.)
- 130 ml. de aceite de oliva virgen
- 2 c.s. de pasta de dátiles (solo tienes que poner los dátiles en remojo en agua caliente durante 20 minutos, y triturarlos con un poco de su agua hasta obtener una pasta)
- 1 c.c. de esencia de vainilla
Preparación:
Ponemos a calentar el horno a 165ºC con calor arriba y abajo. Trituramos : el boniato, el aceite, el yogur de soja, la esencia de vainilla y la pasta de dátiles (yo utilicé unas varillas manuales, pero puedes triturarlo con una batidora de brazo). Reservamos.
En un recipiente aparte, mezclamos las harinas y la levadura, todo tamizado. Esta mezcla seca la añadimos a la mezcla húmeda anterior. Mezclamos muy bien para que quede lo más homogéneo posible. Ahora añadiremos las avellanas picadas en trozos no muy pequeños y dejamos algunas para añadirlas por encima, una vez hayamos vertido la masa en el molde.
Vertemos la masa en un molde a nuestra elección. Puede ser rectangular si quieres que sea tipo brownie o rectangular, como en mi caso. Yo usé un molde de silicona y no necesité engrasarlo ni forrarlo previamente, pero si el tuyo no es de este tipo, deberás hacer este paso antes de verter la masa.
Déjalo cocer unos 45′. Sácalo y espera a que se enfríe antes de cortarlo.. disfruta 🙂
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