Me considero toda una monstrua de las galletas, y no por ninguna aptitud culinaria, sino porque me encantan y las puedo devorar rapidísimo 🙂
Hoy te presento una receta que me enamoró desde la primera vez que las hice. Son muy fáciles de preparar y llevan pocos ingredientes. Si te gusta el coco tanto como a mi, te recomiendo que las pruebes sí o sí.
La harina de garbanzos, por otro lado, es un ingrediente que normalmente uso en otro tipo de recetas no dulces, pero aquí queda francamente bien y no debes preocuparte porque no deja ningún sabor a garbanzo (prometido).
Tampoco llevan ningún ingrediente de origen animal (en versión no vegana puedes utilizar miel como endulzante o huevo en lugar de chía). El tiempo de cocción es muy rápido y solo necesitan 20 minutos de reposo en la nevera antes de su cocción. ¿Te animas? vamos con la receta:
Ingredientes:
- 1 taza de harina de garbanzos
- 1 c.s. de semillas de chia hidratadas previamente en 4 c.s. de agua
- 1 pizca de sal fina no refinada
- chips de chocolate negro (yo utilizé del 70%, pero puedes usar un porcentaje mayor si te gusta el sabor del chocolate más intenso)
- 3/4 de taza de coco rallado
- 3/4 de taza de aceite de coco (derretido si está en estado sólido).
- 3/4 de taza de azúcar de coco (también puedes utilizar panela, aunque su índice glucémico es mayor, o endulzantes líquidos, como sirope de dátiles, sirope de agave o de arce, o miel, ajustando las cantidades a tu gusto)
- esencia de vainilla (opcional)
- 1 c.p. de levadura química
- 1 c.p. de canela en polvo (opcional)
- Semillas de lino crudas para decorar
Preparación:
Ponemos a hidratar las semillas de chia con el agua. En un bol, mezclamos bien los ingredientes secos: harina de garbanzos, coco rallado, sal, canela, levadura y azúcar de coco. Añadimos el «huevo» de chía y la esencia de vainilla. Volvemos a mezclar bien. Añadimos los chips de cacao e integramos bien en la masa.
Dejamos la mezcla en la nevera, tapada con papel film, durante 2o minutos. Mientrastanto, encendemos el horno a 170ºC con calor arriba y abajo.
Pasados los 20 minutos, ponemos papel encerado en la bandeja de horno y hacemos bolitas con la masa, aplatándolas un poco para darles forma de galletas. Decoramos esparciendo algunas semillas de lino crudas por encima.
Horneamos unos 10 minutos (según tu horno), dejamos enfriar sobre una rejilla y conservamos en un recipiente hermético.
¡Disfrútalas!
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