Esta tarta lleva pocos ingredientes y necesita pocos preparativos, únicamente deben dejarse en remojo previamente durante unas horas los frutos secos. La combinación de coco y limón es perfecta y lo convierte en un postre perfecto, suave y no demasiado contundente. Yo he utilizado un molde de 22 cm, pero quedará perfecto con uno más pequeño para que tenga algo más de grosor.
Ingredientes (para 6 personas)
Para la base:
- 200 gr. de nueces previamente hidratadas en agua filtrada
- 20 dátiles hidratados
- pizca de sal marina o del Himalaya
- 2 c.s. (cucharadas soperas) de aceite de coco en estado líquido.
Para el relleno:
- 200 gr. de anacardos crudos previamente hidratados
- ralladura de 1 limón ecológico (reservar un poco para decorar)
- 1/2 taza de aceite de coco diluido
- 1/2 c.p. (cucharada de postre) de vainilla en polvo
- 2 c.s. de miel ecológica (o melaza o sirope de agave)
- Bebida vegetal (la necesaria para batir)
Preparación:
Trituramos bien los ingredientes de la base. Puede quedar algún tropezón, pero no muy grandes. En la base del molde previamente engrasado, extendemos la mezcla intentando que tenga unos 2 cm. de grosor. Reservamos en la nevera como mínimo durante 1 hora.
Preparamos el relleno, batiendo todos los demás ingredientes. Se va añadiendo poco a poco bebida vegetal hasta que la mezcla quede espesa y homogénea. No debe quedar demasiado líquida; es mejor añadir poca cantidad, ir batiendo y volver a añadir si es necesario.
Se extiende toda la masa sobre la base procurando alisarla con una espátula o cuchara. Recomiendo enfriarla un mínimo de 6 horas antes de consumirla para que quede más compacta.
Decoramos con ralladura de limón y láminas de coco desecado por encima, y a disfrutar!!
Si haz hecho esta receta y te ha gustado, compártela en las redes con el hashtag #fitoneat para saber de tí!!